Un ritual para consentirte

    Si buscamos la definición de la palabra "consentirte"  encontrarás frases como; actuar a tu gusto, mimarte, complacerte etc. Irónicamente aprendemos con el tiempo que amarnos a nosotros mismos supone en ésta sociedad un acto terriblemente egoísta. Si me preguntas cómo nace mi amor por el té,  tendría que responderte, que mi amor por el té nació justo al mismo tiempo en que retomé el amor por mi. Así de simple, cuándo consentirte y mimarte pasan a ser una prioridad en tu vida, es inevitable que sabores el placer que genera el sencillo acto de hacer lo que realmente te venga en ganas. Un orgasmo de emociones se disipan en tu vida cuando te permites el placer de degustar un té. Entonces puedes entender porque el ritual del té es un arte milenario que ha pasado de generación en generación, de país a país, de continente en continente.

    Disfruto aprender tanto como disfruto conocer la historia detrás de todo lo que realmente me interesa. Y me resultó sumamente interesante descubrir que en Japón la ceremonia del té tiene varios objetivos. Entre ellos hacer la vida cotidiana más agradable, vivir en armonía con los cambios de las estaciones, llegar a ser una persona de gusto refinado, llegar a ser una persona honesta y sin miedo, crear mejores relaciones humanas y tener buenos modales. Tengo que confesar que en ese momento de mi vida en que por fin me tomaba un respiro, pensaba en mi y retomaba el control de mi camino; me vi reflejada como espejo viviente frente a la filosofía de los japoneses.  Me sumergí lentamente en la historia del té y cada vez buscaba mas información y cada vez disfrutaba más cada taza de esta infusión.

  Cuando te das cuenta que correr por la vida, vivir con prisas, intentar complacer a otros, te lleva al borde de la locura, entonces te detienes. O mas bien, lo correcto sería decir que la vida te detiene. Porque tu cuerpo comienza a dar señales de ese agotamiento físico y emocional que supone querer seguir el ritmo que la sociedad te impone, que otros te imponen. Entonces? Como si el universo entero conspirara, convergen tu amor propio, el placer y el consentir como un solo elemento que van transformando tu vida, regenerándose cada célula y reencontrándote con esa niña pequeña que en algún punto de tu camino dejaste totalmente perdida. 

    Las ceremonias del té tratan de sintonizar  a sus practicantes con la filosofía del budismo Zen conocida como  ichigo ichie  que significa " Un Momento, un encuentro"  Hace referencia a la importancia de vivir el presente y disfrutarlo tal y como es. No hay prisas, no hay preocupaciones, solo el ahora. Es una forma de meditación porque trata de despejar la mente de todo lo mundano, de lo prescindible y enfocarla en apreciar la belleza que hay frente a los ojos, los sonidos que llegan a los oídos y los sabores con los que se deleita la boca. 

  Estas ceremonias de té pueden resultar muy complejas para nuestra cultura. Muy probablemente mi experiencia solo se limite a estar presente en alguna de ellas. Si, quiero hacer mio y quiero practicar día a día (hasta que sea costumbre) que mi cuerpo, mi alma y mi corazón están sincronizados. Que ninguno trabajará de forma independiente. Aprender que cuidar de mi es una prioridad y es parte de mi amor propio. Que vivir en armonía con la naturaleza es igual de importante que convivir con mi pasado y mi presente. Que el perdón es un torrente de paz y comenzar  desde cero es como reiniciar mi vida. Quiero cada día continuar mi propio ritual, mi propia ceremonia del té. Perderme entre las letras de un buen libro o escribir frases que no tengan sentido. Mimarme con una copa de vino o consentir mi cuerpo con el sabor de un té. Recordando cada mañana que siempre, siempre, siempre  tengo mil razones para agradecer...
                       

 


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